Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es una técnica médica que consiste en dirigir y aplicar una serie de ondas electromagnéticas en distintos puntos corporales y con objetivos diferentes en cada caso. Estas ondas actúan elevando la temperatura de la zona tratada con finalidades terapéuticas o estéticas.

Su uso en Medicina Estética es frecuente, porque se trata de una técnica poco invasiva que proporciona buenos resultados en numerosos tratamientos destinados, por ejemplo, a combatir la flacidez o a intentar eliminar las grasas acumuladas o la celulitis. La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) también incluye la radiofrecuencia entre los métodos más utilizados para el rejuvenecimiento facial, especialmente en casos en lo que se desea es redefinir el contorno del rostro dando, además, a la piel un aspecto más compacto gracias a la acción de las ondas electromagnéticas.

Los usos terapéuticos de la radiofrecuencia

No solo resulta eficaz en el campo de la estética. La radiofrecuencia tiene otras aplicaciones centradas especialmente en la reducción de cualquier síntoma de dolor permanente. Son muchos los tratamientos de fisioterapia que recurren a ella como método único o complementario en dolencias como la artritis, la artrosis, tendinopatías, esguinces… La acción beneficiosa del calor, que transmiten las ondas a un punto concreto, unido, en ocasiones, a las técnicas de masaje manual que puede realizar el fisioterapeuta, pueden conseguir la mejora de la microcirculación de un área determinada y un incremento en el metabolismo celular que favorezca la regeneración de los tejidos.

También la radiofrecuencia es un tratamiento, en muchos casos esencial, para que las Unidades del Dolor puedan conseguir su objetivo de neutralizar esa dolencia crónica que padece una persona y que puede llegar a afectar a su calidad de vida. En caso de dolor neuropático, el que se produce por algún tipo de lesión en el sistema nervioso central o periférico, el uso de la radiofrecuencia, para bloquear el impulso nervioso que transmite la sensación dolorosa, es uno de los métodos más eficaces para conseguir el necesario alivio.

Los pacientes con dolores crónicos, habituales en la zona cervical o lumbar que no ceden incluso con tratamiento farmacológico, pueden encontrar en esta novedosa técnica un remedio para que el dolor disminuya de forma progresiva.

Diatermocontraccción

Equipo que combina dos tecnologías, radiofrecuencia y ultrasonidos. La radiofrecuencia se emite a través de ondas electromagnéticas, las cuales generan calor interno y estimula los tejidos, los efectos ultrasonidos en cambio se emiten a través de ondas ultrasónicas y forman un efecto mecánico y resonador para la disolución de la grasa localizada.

Podemos usar una u otra tecnología eligiendo según que cabezal para trabajar con el equipo. Estas tecnologías provocan una estimulación biológica de los tejidos, consiguiendo una estimulación de los fibroblastos, con el objetivo de generar una formación de nuevo colágeno y elastina en la dermis provocando estiramiento cutáneo.

Beneficios faciales: Recuperación tisular y muscular, revitalización del tono cutáneo, oxigenación y vascularización, restaurador bioselectivo efecto lipolítico, voluminosas zonas de manera inmediata, reductor de arrugas de alta eficiencia y disminuye la flacidez.

Beneficios Corporales: Reafirmante (aumenta el tono y la elasticidad de la piel), anticelulítico (reductor para los diferentes tipos de celulitis) y tratamiento para adiposidades localizadas.

Indicaciones: Rejuvenecimiento facial, arrugas, celulitis, adiposidades localizadas, flacidez, estrías, elevación de glúteos y postparto.

Sesiones: Mínimo 8-12 sesiones y las realizará la auxiliar o enfermera del centro. Hay que acompañar el tratamiento de unos hábitos saludables de alimentación y ejercicio, así como beber diariamente un mínimo de 2 L de agua.

Para el tratamiento necesitamos: Clorhexidina, gasas, guantes, depresores, crema específica marca Imperium, gracias a la cuál podemos deslizar los manípulos sobre los pacientes y una toalla.