¿Qué es la prevención bucodental?

La prevención bucodental tiene como objetivo mejorar la salud oral de la población y enseñar la importancia de adquirir y mantener hábitos higiénicos y dietéticos. La prevención bucodental se basa en uso de fluoruros, aplicación de selladores en premolares y molares, revisiones dentales cada 6 o 12 meses y realización de higienes bucodentales mínimo una vez al año.

El mejor momento para comenzar a adquirir hábitos de higiene oral es cuando se inicia la erupción de los dientes es decir aproximadamente a los 6 meses de edad. A esta edad son los padres los que realizan la limpieza diaria mediante el uso de gasas húmedas o cepillos que se colocan en el dedo. Estos cepillos están fabricados en silicona suave ideal para los primeros dientes de los bebés. A medida que el niño va creciendo hay diferentes tipos de cepillo que se adaptan a su edad y su destreza.  Si se trata de un adolescente o adulto, se debe adquirir destreza y optar por el método que más se adapte a su gusto, pero realizando el cepillado dental correctamente. Si es un anciano edéntulo, se pasará una gasa húmeda por las encías como a los bebés.

Hay que prestar especial atención a los pacientes con habilidades motoras disminuidas porque pueden presentar dificultades en usar cepillos dentales poco flexibles, con cabezales no apropiados, etc. Actualmente, existe una gran variedad de modelos que permiten elegir los más adecuados para cada paciente. Es muy importante seguir con la higiene oral a pesar de no tener dientes para evitar infección por hongos, como por ejemplo la candidiasis.

Las herramientas de la higiene oral son: el cepillo dental, el revelador de placa oral, la seda dental, el limpiador lingual, la irrigación oral, estimulador de encías y colutorios.

Una correcta y variada aportación de nutrientes contribuye a la formación de dientes sanos y fuertes que serán capaces de combatir contra la posible aparición de caries. Ya desde el embarazo es importante hacer una dieta variada y rica en nutrientes, incluyendo, por supuesto, minerales, para garantizar la salud oral. Se debe evitar la ingesta de dulces. Los hidratos de carbono o azúcares son necesarios en una dieta variada, pero no se debe abusar. Combinados con otras comidas son menos cariogénicos que si se toman aislados, por lo que hay que evitar los dulces entre comidas o justo antes de ir a dormir. Los alimentos cariogénicos son: mermeladas, galletas, bebidas dulces con gas, helados, chocolate con leche, kétchup, yogures edulcorados, etc. En la alimentación del bebé se evitarán las bebidas edulcoradas por la alta incidencia de caries, las caries en esta edad se conocen como caries rampantes del biberón.

Las recomendaciones para seguir son: No dejar que los niños se duerman con comida o el biberón en la boca, enseñar desde pequeños unos correctos hábitos de higiene-bucodental. Después de cada toma de lactancia o comida se deben limpiar. Durante la lactancia, limpiar los dientes con una gasa humedecida con agua tras cada toma. Los padres deben supervisar el cepillado dental de los niños después de cada comida.  Es importante comprar pastas de dientes indicadas a cada edad, para que tengan la suficiente cantidad de flúor.  Seguir una dieta equilibrada baja en azúcares.

El cepillo dental

Es un método eficaz y sencillo de eliminación de placa bacteriana es el cepillado dental frecuente.  Los cepillos son instrumentos diseñados para realizar la higiene bucal y permiten la eliminación de la placa bacteriana y de los restos de alimentos en las superficies de los dientes, para así evitar las enfermedades tales como las caries y la enfermedad periodontal.  Además de cepillos dentales, existen elementos complementarios de la higiene oral, como son los dentífricos y los colutorios. Sin embargo, no es posible acceder correctamente a los espacios interdentales y las fisuras de difícil acceso. Para estas zonas, se utilizan otros medios como son la seda dental, cepillos interdentales, fluoraciones o selladores.

La pasta dental

Es un elemento complementario de la acción mecánica del cepillo para realizar la limpieza dental. La pasta dental da buen sabor y puede incorporar sustancias que favorezcan la salud dental y gingival, pero no es clave para un buen cepillado.  Las características que debe tener un buen dentífrico son:

Revelador de placa oral

La placa oral es una película que se deposita sobre los dientes y tejidos bucales. Está formada por bacterias y es la causante de enfermedades bucales como caries, enfermedad periodontal y halitosis. Si se mineraliza, da lugar al sarro. La placa oral es incolora a simple vista y, para poder valorar su presencia, se utilizan dos reveladores de placa bacteriana, que tiñen la placa del color de la sustancia que llevan (eritrosina, fucsina y verde malaquita) para que, de esta manera, se pueda ver. Se utilizan en tabletas masticables o en gotas. Hay reveladores que tiñen por igual toda la placa, mientras que otros tiñen de azul la placa antigua y de rosa, la reciente.

Seda dental 

Se trata de un elemento para el cuidado dental interproximal, indicado en la eliminación de la placa bacteriana de estas zonas. No sustituye el cepillado dental. Los diferentes tipos de seda dental son:

• Hilo o seda dental básica. Con cera o sin cera y su superficie es redondeada. Se utiliza en personas con espacios interdentales normales.

• Seda dental fluorada. Se usa para limpiar los espacios interdentales y desprende flúor en las superficies que limpia.

• Cinta dental con o sin cera, presenta mayor superficie que las anteriores y está indicada para limpiar dientes separados y bajo de puentes dentales.

• Super Floss. Es un hilo de seda que está indicado para puentes fijos y aparatos de ortodoncia.

Limpiador lingual

La lengua es el lugar donde se acumula una mayor cantidad de bacterias de toda la cavidad oral, por lo que hay que lavarla diariamente. Gracias al limpiador lingual podremos eliminar el acumulo de baterías de la lengua.

Irrigación oral

Es la aplicación de un chorro de agua a la cual se le puede añadir una sustancia antiséptica (clorhexidina al 5% o colutorio). Se realiza con los irrigadores o duchas dentales, que eliminan restos alimentarios de los espacios interdentales y arrastran los depósitos en bolsas periodontales, disminuyendo así la inflamación de los márgenes de las bolsas periodontales. Sólo eliminan la placa bacteriana cuando es producida por restos blandos, el sarro no.

Colutorios

Son sustancias químicas líquidas que controlan la placa bacteriana y eliminan o disminuyen temporalmente las bacterias que contiene la placa. Pueden llevar diferentes sustancias dependiendo de la enfermedad sobre la que actúan. Algunas de estas sustancias son: clorhexidina, aceites esenciales, hexetidina, etc. Están indicados tras cirugía periodontal y extracciones, en casos de inflamación de encías, sangrado de encías, hipersensibilidad al frío, halitosis o si existe alguna dificultad transitoria para el cepillado. Podemos encontrar colutorios de uso diario y otros que son específicos para utilizar sólo durante un periodo determinado de tiempo. Los colutorios se aplican mediante enjuagues, con un tiempo de mantenimiento en boca que depende del tipo de colutorio utilizado.

Prevención de caries.

Los métodos de prevención de la caries están encaminados a combatir cada uno de sus factores productores. Así pues, la prevención de la caries se fundamentará en aumentar la resistencia de la pieza dentaria (uso de fluoruros), limitar la presencia de microorganismos sobre la superficie del esmalte (control de placa bacteriana) y modificar el sustrato reduciendo el consumo de azúcares.

Sellado de fisuras

Son una de las medidas más eficaces en cuanto a la prevención de caries de la cara oclusal de los dientes es decir la zona masticatoria de las muelas. Los selladores de fosas y fisuras tienen como objetivo rellenar los puntos y fisuras del esmalte impidiendo que lleguen a penetrar las bacterias en la estructura dental.

Fluorización

Consiste en aplicar flúor en gel o barniz sobre los dientes del niño durante un minuto aproximadamente. Para ello se emplean unos moldes de plástico (o cubetas) que se impregnan con gel y se colocan sobre los dientes o se pincelan con el barniz. Se trata de un procedimiento muy sencillo que no causa ningún tipo de dolor ni molestia.